El estrés en una mascota puede ser físico o emocional, al igual que lo que sucede con sus dueños humanos. El estrés puede ser causado por cambios en el entorno de la mascota, o bien por cosas que son percibidas como una amenaza para su bienestar.
Los problemas de salud, tales como infecciones, heridas, heridas tras peleas, o cambios en la cantidad de ejercicio, pueden ser causa de estrés. Los lugares que no son familiares, la cruza, el amamantar, los viajes, las tormentas, los fuegos artificiales, y participar en shows también pueden causar estrés. Una muerte en la familia cercana del dueño también puede provocarlo, al igual que un terremoto, un incendio, o demasiada gente en la casa.
La edad es también un factor con el estrés. Los perros más viejos no asimilan bien los cambios en sus rutinas. Están acostumbrados a que las cosas son como son. Para las mascotas más viejas, es aconsejable que si se sale de viaje, se consiga alguien que se encargue de cuidar la mascota en la propia casa, en lugar de llevarla a una pensión. De esta forma el ambiente y la rutina de la mascota se verán menos afectados.
El estrés causa un aumento en el ritmo cardíaco de tu mascota, y sus músculos se tensionan. Se requiere mayor energía para contrarrestar el estrés. Se recomienda agregar algo de comida especial. Por lo general, un poquito más de proteína y grasas son una buena idea. Para cantidades específicas para tu raza, consulta con tu veterinario.
El estrés también puede ocasionar cambios de comportamiento. Estos cambios pueden manifestarse como comportamiento agresivo, o depresión. Cualquiera sea el caso, lo que se requiere son grandes dosis de CTC (cuidados tiernos y cariñosos). Mantén a tu mascota y a ti mismo tan calmos, tranquilos, y relajados, como sea posible. Consulta con tu veterinario antes y después de situaciones estresantes para obtener más sugerencias sobre cómo prevenir el estrés en los animales y asegurarte que la salud de tus mascotas tengan un rápido retorno a la normalidad.
